Ryu era del tipo de zombie que uno logra encontrar muy de vez en cuando. Por lo adorable que era, quiero decir. Vivía en un pueblo viejo y muy poblado, en una gran casona donde compartía habitación con Duma, una chica algo gótica, que nada parecía sorprenderle y miraba al rostro irregular de Ryu con la misma expresión que miraría una silla. A veces, cuando iba a cepillarse los dientes por la mañana, encontraba algún que otro pedazo grisáceo de Ryu en el lavado; pero, por suerte, él no necesitaba nada más que algo de ropa y un ataúd para dormir. Le encantaba jugar al fútbol, cuando su cabeza no era la pelota; y las manzanas podridas llenas de gusanos eran su comida favorita, porque según decía, le hacían sentirse en casa. Durante el día ayudaba a Duma en el negocio de su tía, que vendía pociones y adivinaba el futuro a sus clientes. De vez en cuando, esa tía egocéntrica se quedaba con uno de los dedos de Ryu para investigar sus propiedades y poderes, pero luego se los devolvía diciendo que no servían para nada más que para llenar el negocio de moscas y gusanos; aunque a él no le importaba y volvía a colocárselos con una sonrisa torcida. Por las noches, Ryu se la pasaba durmiendo profundamente en su ataúd. El que le había conseguido Duma era algo pequeño, por lo que sus piernas quedaban colgando por el borde, pero aún así, era muy cómodo.
4 comentarios:
Que sepas que sabía que me gustaría tu blog en cuanto leí tu perfil :D
Gracias por pasarte por el mío!
Nunca he conocido un zombie como el tuyo, simpático para comer cerebros xD
Ryu! me gustaría topármelo ^^
Duma y Ryu son encantadores :) Ojalá todos los zombies fuesen así ^^
No sé cómo he llegado aquí, pero me alegro de haber descubierto tu blog! voy a seguir cotilleando, pero antes de despedirme quería invitarte a mi baúl por si te apetece compartir algún sueño, y por qué no, quedarte. Te espero!
Hasta pronto =)
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